Tristes
12 Febrero 2007 | MondayTan sólo le pedà a la vida
este rincón desde el que escribo.
La vida, generosa, me lo ha dado
pero tengo nostalgia muchas veces
de lo que veo ante mis ojos ir
y no comprendo.
Y es que he vendido el alma.
La vida me entregó mi soledad
escrita en una concha.
La firmé sin dudarlo y ahora he visto
que he aceptado mi destierro con mi firma.
Es su precio, como también mi paga.
Que todos los refugios
le deben a la vida la moneda
del paso de la voz hasta el silencio.