Dormir contigo
29 Diciembre 2005 | ThursdaySi observaras hoy el cielo con detenimiento pronto descubrirÃas un hueco, pequeño como puño de ratón, en su blanca espesura. Aún lo guardo en mi bolsillo, es todo cuanto mi mano pudo arañar, suficiente para su pequeñez. Ahora podré observarlo cada noche antes de cerrar los ojos, viéndolo menguar hasta desaparecer sobre mi almohada. Dios sabe con cuán poco me conformo y me regaló tus noches. Dormà apenas, cómo despegar mis ojos de tu cara morena... Dormida eres aún más dulce. Te soñé despierta a los pies de tu cama, que ni tan siquiera deshicimos. Tú, soñando inquieta, tras el muro de algodón que nos separaba. Deseé con tanta fuerza tu contacto que tu mano buscó la mÃa en la oscuridad, o quizás no... pero te tuve. Agarro con fuerza la porción de cielo que me brindas, sé que no llueven estrellas cada dÃa.
«(...)dormir contigo,
con tu cabello acomodado aquà en mis brazos
y el terciopelo que me brinda tu regazo
¡qué maravilla dormir contigo!
Dormir contigo, con la ilusión de que despertará mañana
con el calor de un nuevo dÃa en la ventana
fue algo hermoso, amor, dormir contigo.»
Sueños rotos
20 Diciembre 2005 | TuesdaySe me acaba el valor. Se me espesa la mente. Me flaquean las fuerzas, hoy ya no veo tan claro el horizonte. Mis heridas escuecen, la vida echa sal en demasÃa mientras lucho por cicatrizarlas.
Te he tocado. No habÃa deseo, ni intenciones ocultas. Te he acariciado como una madre posarÃa su mano en la cabeza de su pequeño, que ya ha crecido y soporta sus achuchones con gesto torcido, cuando en realidad desearÃa apretarle contra el pecho. Asà ha sido, mi mano ha recorrido tu cara con gesto contenido, como despidiendo todas esas caricias que nunca serán. Sigo siendo tu ángel protector. He visto cara a cara mis miserias. Es miserable intentar separarte de ella. Quizá te quiere. Cualquiera en su situación lo harÃa. Yo no tengo nada más que ofrecerte que mis miserias y mis noches vacÃas. Me has robado el sueño. Miento, decir eso serÃa no ser fiel a la verdad. Aún recuerdo a la mujer que me robó mis sueños. Tardé mucho tiempo en darme cuenta de que ya nunca, nunca jamás volverÃa a soñar. Ahora mis noches son un continuo vacÃo que inunda mis dÃas, tiñéndolos de negro, oscureciendo mis ojos, mis manos y mi voluntad. Amanece.
Descenso a los infiernos
19 Diciembre 2005 | MondayHe entrado en conexión con el universo. Me reinvento cada noche. Soy un semidiós, un héroe trágico, luchando por alcanzar mi destino: la perfección. Ya no tengo miedo a mis instintos. Sé canalizarlos. Han fluido por mis manos. Lo he visto en sus ojos, simples mortales. A través de ellos veo vuestras necesidades, de las que me alimento. Me hacen fuerte. Me hacen volar por encima de este techo, no hay paredes suficientes para contenerme: Estoy en plenitud. Ella clava su mirada en mà suplicando por mi don, pidiéndome que la tome. Aguardando la salvación. No lo vale. Me gusta hacerla sufrir. Dejo que repose su cabeza en mi hombro. Su mano alcanza mi nuca y gira mi cabeza, para hundir su rostro en mi cuello. No puede mirarme a los ojos. (Ya) soy un Dios. Lo puedo TODO. La puedo. Inspira mi olor, es todo su premio por hoy. Me recreo en sus ojos, bellos, entregados. Ha perdido y lo sabe. Aun me mira, horas más tarde, remoloneando para abandonar mi coche. Tú, mi Diva, cada vez más lejos.
El Infierno está en el lugar más insospechado.
| 6,458 Comentarios | 417 lecturasDe por qué mi vida no es mi vida
18 Diciembre 2005 | SundayVeo mi vida en un profundo tono gris. Esto no es especialmente revelador. Envidio a las parejas. No a ésta, no a una, a todas las parejas. Envidio la felicidad ajena, con espÃritu onanista espÃo sus efluvios como extrapolables, los estudio con curiosidad malsana. Son juguetes que no me pertenecen, que engrosan mi carta a los Reyes con la total certeza de acabar en el último rincón del armario. No son ellos, soy yo.
| 4,811 Comentarios | 820 lecturasBibliomancia
17 Diciembre 2005 | SaturdayBibliomancia: DÃcese de formular una pregunta a la que queramos dar una respuesta para posteriormente y bajo influjo del azar, escoger un relato o poema y relacionarlo con la pregunta formulada.
Bueno, como he prometido por ahÃ, he hecho una prueba y éste ha sido el resultado:
DOLOR PERFECTO
Perfecto dolor es él en mi existencia.
Oculto guardado
agazapado,
no se ve, solo se siente.
Sin buscar sé dónde está.
Lo presiento en cada espacio perdido de mi alma y de mi cuerpo.
Como espina clavada,
su recuerdo lastima, desgarra , derrota y aniquila
Gozosa evocación del amor
se confunde
con este inenarrable sufrir que me asesina.
Quiero esconderme, no sufrir por no tenerle
ir donde la luz de sus ojos no regrese a mi memoria.
Dolor me envuelves en tu abrazo sofocante…..
¿Permanece una pena de amor en el alma para siempre?
Y digo yo: ¿Permanece una pena de amor en el alma para siempre?
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