¿Te has fijado?

Que si me he fijado. «Lo difícil para mí es apartar la mirada de tu cuerpo», pienso. «Sí», digo, escondiendo la nariz entre los brazos, cruzados sobre las rodillas. No me avergüenza. Pero lo susurro, le resto fuerza a la voz, como queriendo arrancarle la importancia. No sé si lo consigo. Callas. Disimulo. A veces no puedo evitar que mi corazón asome por mi boca, ya está fuera, se escapó. Has debido notarlo. «¿No te habías fijado?». Mierda. Hablo de más. «¿Tú sí?». Aquí está. No tiene más hierro el asunto. No puedo mirarte a los ojos mientras lo reconozco, pueril, como si me hubieras pillado en falta. Y lo has hecho. Pero no lo sabes. Adoro la inocencia de tu cara al preguntarme. Todo lo reconocería, si saliera de tus labios. Todo lo puedo, todo, si tú me miras otra vez así.

La ciencia avanza que es una barbaridad…

Por cortesía de Maiko aquí tenemos una genialidad más sobre la faz de la Tierra (y van tantas...): Un medicamento que cura la homosexualidad
¡Y yo con estos pelos!

Declaración de intenciones

Canción de amor propio Ismael Serrano

A veces me desdoblo y me
digo al oído:
"¡Qué bueno respirar, sentirte vivo!
¡Qué bueno que te cruces por mi camino!".
Rodeado de un espejo circular,
soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.

¡Qué grato es
encontrarme vaya donde vaya!
Por más que me cuento mis chistes
siempre me hacen gracia.
Si me voy, si me duermo, la vida se apaga.
¡Qué potra saber que siempre me seré fiel!
¡Qué suerte desde un principio caerme tan bién!

Y voy y me levanto cada
mañana,
feliz y seguro.
Me hago el desayuno,
me lo sirvo en la cama,
y allá voy,
menudo soy,
me dedico un arrechucho:
sexo seguro,
sin riesgos, sin contemplaciones,
dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor,
menudo soy para el amor.
Y que le voy a hacer si la gente
me condenó al olvido, a ser autosuficiente,
si con eso sobrevivo, que no es poco,
mejor loco que mal acompañado.

¡Qué bonita, qué
divertida es conmigo la convivencia!
¡Descojonarme de mi última ocurrencia!
Y esperarme despierto, vuelva a la hora que vuelva,
o cocinar para mí mi plato favorito,
no encontrar en el baño más pelos que los mios.

Sólo yo controlo, sólo
yo determino,
mis hábitos de higiene.
Lloro en mi hombro cuando nadie me entiende.
Si me siento solo miro a la luna,
me juro amor eternamente.
Rodeado de un espejo circular,
soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.

Y voy.

Y voy y me levanto cada
mañana,
Feliz y seguro.
Me hago el desayuno,
me lo sirvo en la cama,
y allá voy,
menudo soy,
me dedico un arrechucho:
sexo seguro,
sin riesgos, sin contemplaciones,
dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor,
menudo soy para el amor.
Y que le voy a hacer si la gente
me condenó al olvido, a ser autosuficiente,
si con eso sobrevivo, que no es poco,
mejor loco que mal acompañado.

Llevo toda la tarde contigo

Llevo toda la tarde contigo, he abierto mi corazón y tu te has asomado casi sin respirar.«Puedes contar conmigo cuando necesites algo». Y yo aquí, necesitándote.

Hoy te he soñado

Hoy te he soñado. El universo es fácil entre las sábanas. Te he soñado mía. Te he temido ausente. Aún hay tiempo, te he susurrado, aún hay tiempo...